Dicen que nuestra vieja historia de amor con el agua tiene mucho que ver con el recuerdo del refugio amniótico, en el útero de nuestra madre. Y también por la indeleble huella del primer organismo unicelular de hace millones de afios. Nos lo advirtió el filósofo británico Alan Watts: “No viniste a este mundo. Saliste de él, como una ola del océano. No eres un extrafio aquí”. Entre el cielo y la tierra somos criaturas fronterizas que, de asombro en asombro, se sienten hermanadas en las infinitas transmutaciones “del mar vivo del gran mundo”, leemos en El libro del agua y el fuego: El enigma de Louis Cattiaux, de Raimon Arola (Herder, 2022). Nos creemos criaturas de campo, montafia o ciudad, pero el agua es también nuestro territorio. En el agua “te sumerges en otra dimensión donde rigen otros valores más elementales. Y mientras nos esforzamos por mantenernos a flote, recuperamos nuestra olvidada condición de animales”, explica por teléfono María Belmonte, autora de El murmullo del agua (Acantilado, 2024). Somos una de las muchas formas del agua, y asumirlo es una purificante bendición. “Cada uno de nosotros Ilevamos en nuestras venas la corriente salina de nuestra sangre, en la cual el sodio, el potasio y el calcio se hallan en proporciones muy semejantes a las que existen en el agua del mar”, explicó la bióloga marina estadounidense Rachel Carson en El mar que nos rodea, publicado en 1951. De los océanos venimos y “por eso sumergirnos nos restaura”, afirma por videollamada Easkey Britton, doctora en Medio Ambiente y Sociedad por la Universidad Nacional de Irlanda. “Al meternos en el agua, especialmente si es fria, nos sentimos muy bien. Nos ayuda a conectar con otros y con nosotros mismos”, afiade. Después de un bafio de mar estamos más presentes, menos distraídos. “Vivimos una especie de reset del sistema nervioso”, según Britton, autora de Ebb and Flow (Flujo y reflujo, sin edición en espafiol; Watkins, 2023).
Disponible en: https://elpais.com/ideas/2024-08-04/animales-liquidos-por-que-meternos-en-el-agua-nos-sienta-tan-bien.html. Adaptado.