Enunciados de questões e informações de concursos
Hispanoamérica y España
Coincidiendo con el bicentenario de "La Pepa", la Constitución aprobada en Cádiz en 1812, se ha celebrado en la ciudad andaluza la XXII Cumbre Iberoamericana, donde también tuvo lugar, la semana precedente, la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana, conocida como Eurolat. Ello me da la oportunidad de dedicar este comentario a nuestras siempre importantes relaciones con las naciones hermanas del otro lado del charco, que yo llamo Hispanoamérica, aun siendo consciente de lo impropio de una denominación que no incluye a Portugal y Brasil, pero que la prefiero a la de Iberoamérica, sin duda más apropiada, pero que pocos saben lo que es; y al de América Latina, impuesto por Francia para no verse al margen de un acontecimiento histórico de la trascendencia del descubrimiento y conquista de las tierras del Nuevo Mundo, y que es el preferido por las mismas naciones latinoamericanas. Lo que no deja de ser en cierto modo paradójico, cuando vemos que, por ejemplo, en los Estados Unidos, llaman hispanos a los originarios de América Central y del Sur.
Históricamente, desde los procesos de independencia iniciados en 1810 hasta hace relativamente poco tiempo, esas relaciones fueron más retóricas que otra cosa, aunque a ambos lados del Atlántico se utilizara con cierta frecuencia el eufemismo de una Madre Patria para hablar de unas relaciones que solo en casos y períodos concretos estuvieron dotadas de algún contenido. Nadie duda de que esas relaciones tuvieron una particular relevancia en los casos de la emigración española a Uruguay, Cuba o Venezuela en distintos momentos de la historia; o de las singulares relaciones de la Argentina de Perón con la España franquista. Pero más allá de esos ejemplos, no fue hasta nuestra incorporación a lo que hoy es la Unión Europea, en 1986, cuando los dirigentes iberoamericanos advirtieron la oportunidad de una necesaria nueva relación que habría de ser beneficiosa para todos.
Fue así como se iniciaron las Cumbres Iberoamericanas, cuya primera edición tuvo lugar en 1991, en la emblemática ciudad mexicana de Guadalajara; y no menos emblemática ha sido la elección de Cádiz para esta última Cumbre. Fue en las Cortes de Cádiz donde se aprobó la Constitución de 1812, y en la que los líderes de las entonces emergentes nuevas repúblicas tuvieron una presencia y un papel tan destacado. España ha jugado un papel muy relevante en la nueva dimensión adquirida por las relaciones de la Unión Europea con América Latina y ha sido el catalizador que ha hecho posible sucesivos acuerdos comerciales y de cooperación de la Unión Europea con Chile y México, primero, y más tarde con América Central y algunos países de la Comunidad Andina de Naciones, la CAN, como Colombia y Perú. España es hoy el segundo inversor, después de los Estados Unidos, y en algunos países es el primero. La presencia de nuestras empresas en México, Chile, Argentina y Brasil es muy importante; y en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y otros países centroamericanos esa presencia ha sido progresivamente creciente, en sectores estratégicos para ambas partes. Es verdad que esas relaciones económicas y comerciales no han estado desprovistas de ciertos conflictos en algunos casos, como en Venezuela, Argentina y, en menor grado, Bolivia.
Estos son, en resumen, los ingredientes más destacados que merecen ser citados a propósito de las relaciones entre España Hispanoamérica, que tanta presencia mediática han tenido durante los últimos días, como consecuencia de la celebración en Cádiz de la Cumbre de la Comunidad iberoamericana.
Fernando Fernández http://eldia.es/criterios/
A propósito del término Hispanoamérica y del concepto que encierra, según la visión del autor del texto, podemos afirmar que:
1) en parte, se trata de una denominación impropia, porque excluye a Brasil y Portugal.
2) es preferible a Iberoamérica, porque nadie sabe definir con precisión lo que esta última pudiera ser.
3) es más aceptable que América Latina, porque, en verdad, esta denominación es una invención de los franceses.
4) antes que Hispanoamérica, las naciones latinoamericanas prefieren la denominación América Latina.
5) está presente en el imaginario de los Estados Unidos, pues se llama hispanos a quienes provienen de esta región.
Son correctas: